Vitamina D, sistema neurológico y menopausia
Funciones fundamentales de la vitamina D
La vitamina D es una vitamina liposoluble esencial para la formación normal de huesos y dientes, así como para la absorción de calcio a nivel intestinal. Además, regula el movimiento muscular y el funcionamiento de los nervios, que la necesitan para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Su déficit prolongado puede provocar osteoporosis, osteomalacia e hipocalcemia, así como aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas y autoinmunes. Gran parte de esta vitamina se sintetiza en la piel bajo la acción de los rayos solares, por lo que es común experimentar niveles insuficientes, sobre todo en zonas con poca exposición al sol.
Vitamina D y salud neurológica
La vitamina D interviene en la neuroprotección y en la síntesis de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, fundamentales para el estado de ánimo y la función cognitiva. Estudios asocian niveles bajos de 25(OH)D con disminución de la función cognitiva, mayor incidencia de depresión y trastornos afectivos estacionales. Los receptores de vitamina D se expresan en áreas cerebrales clave, donde modulan procesos de crecimiento neuronal, plasticidad sináptica y respuesta al estrés oxidativo. Mantener niveles adecuados puede contribuir a preservar la memoria, la atención y el bienestar emocional a lo largo de la vida.
Vitamina D durante la menopausia
La menopausia se caracteriza por una caída de estrógenos que acelera la pérdida de masa ósea y aumenta el riesgo de osteoporosis. La vitamina D facilita la absorción de calcio, reduciendo la activación excesiva de la parathormona y, por tanto, frenando la reabsorción ósea. Hasta el 70 % de las mujeres posmenopáusicas presentan déficit de vitamina D, lo que agrava síntomas como sofocos, fatiga ósea y alteraciones del estado de ánimo. Además, la disminución de estrógenos puede inhibir la enzima que activa la forma biológica de vitamina D, haciendo aún más necesaria la suplementación.
Beneficios y recomendaciones
Mantener niveles óptimos de vitamina D en la menopausia contribuye a:
• Prevenir fracturas óseas y mantener la densidad mineral.
• Atenuar sofocos y mejorar el estado de ánimo al favorecer la síntesis de serotonina.
• Apoyar la salud cardiovascular y la regulación del perfil lipídico.
Se recomienda una exposición solar moderada, consumo de pescados grasos, huevos y lácteos fortificados, y considerar suplementos (800–1 000 UI/día) tras evaluar los niveles séricos de 25(OH)D.
Con un enfoque integral, la vitamina D no solo protege la salud ósea, sino que también juega un papel clave en el sistema nervioso y en el bienestar de las mujeres durante la menopausia.